jueves, 19 de julio de 2012

La generación perdida

Y nos sentamos a comer como cada día. Hoy no quiero hablar de lo que nos quitan o nos niegan. Hoy no quiero hablar de culpables. Pero de nuevo me levanto de la mesa con la sensación de que nos están tomando el pelo.
Mientras yo intento labrarme un futuro (con mis más y mis menos, mis circunstancias laborales, sociales y personales) escucho a otros debatiendo por lo que ni siquiera les preocupa. Escucho a alguno que ya nos ha denominado “la generación perdida” y sigue su discurso sin lágrimas en los ojos.
Entonces me pregunto ¿qué hemos hecho para perdernos? Y ahora les contesto. Personalmente hice una licenciatura, los estudios de doctorado y luego los de oposición. Mi círculo dio pasos similares. Unos con más suerte tienen un sustento, otros con menos, esperamos nuestra oportunidad. Los que me gobiernan dieron otros pasos. Se creyeron lo que no son, negaron sus errores cuando se equivocaron, insultaron a los que los votaron y gestionaron como quisieron (nunca con acierto). Hoy siguen manteniendo su pedestal de señores (y nos falta denominarlos por la gracia de Dios) y la peligrosa soberbia nos gobierna. Aquí y ahora los que deben pagar son los que no han hecho nada. De nuevo buscaré mis faltas por haberme perdido, pero las encontraré en las acciones de otros que simplemente tienen “leves amonestaciones”.

jueves, 29 de marzo de 2012

¿POR QUÉ NO VOY A LA HUELGA II?

La reforma laboral, que la mayoría no conocemos a fondo, no es una buena solución para los tiempos de crisis. Me gusta más el pensamiento de corte keynesiana, pero veo que tampoco nuestros políticos valoran esa posibilidad. Y yo, todavía no estoy en poder de hacer mi dictadura personal. Bromas a parte, los tiempos de crisis nunca fueron buenos, pero lo que realmente me molesta no es ya la falta de previsión en el futuro ni los recortes momentáneos, que también, sino la afirmación categórica de que todos debemos apretarnos el cinturón, mientras que los que me gobiernan, el ejemplo público de lo que el ciudadano de a pie debe ser, no nota la crisis.
Si su hijo tuviese que acogerse a estas medidas, ¿también seguirían de acuerdo?
Incluso, si alguien me dijera que todas estas medidas, tan drásticas y tan determinantes, van a ser la solución para una sociedad mejor, permitiría un abaratamiento del despido para que las empresas fomenten el empleo, un recorte de los beneficios del trabajador para repartirlo en ayudas sociales, una subida de los intereses para blindar la sanidad pública. Pero ¿díganme si estas medidas serán las que nos lleven a esas conclusiones o por el contrario todo será un poco más complicado?
Mi razón para no ir a la huelga no se contradice con los supuestos que se piden, aunque siempre radicalizados por unos pocos, se basa en una condición personal de alguien que no llega al antes conocido mileurista. Se basa en un pensamiento racional que cree que la paralización de los servicios beneficia únicamente al que tiene que pagar y penaliza al que tiene que usarlos. No niego que debamos alzar la voz cuando no estemos de acuerdo con las medidas acordadas, sólo que cada uno debe alzarla como quiera.

martes, 7 de febrero de 2012

A LOS QUE GOBIERNAN SINSENTIDO

En realidad tengo tanta rabia que he decidido seguir y seguir hasta que un día lo consiga y entonces preguntar por qué, por qué hacer cosas sin sentido, por qué burlarte de la gente sin ningún motivo, por qué perseguir a los que intentan mejorar desde tu alto sillón del poder. En realidad ¿qué clase de mentes gobiernan este país o lo han gobernado?

No importa, porque de una manera u otra nos tienen atados a sus decisiones en lo que concierne a infraestructura, entes públicos y burocracia. Lo bueno es que no pueden atarnos del todo. Lo bueno es que podemos seguir disfrutando de un amanecer como el que esta mañan había, lo bueno es que tenemos comida, lo bueno es que nos queremos.
Lo bueno es que nos tenemos. Yo soy feliz a tu lado y al de mi familia. Eso por ahora basta.